El pasado 22 de mayo tuvo lugar el XII encuentro de las píldoras de formación en promoción de la salud e intercambio de experiencias, en el cual abordamos el CAMBIO CLIMÁTICO, OLAS DE CALOR Y SALUD.
En esta ocasión, contamos con la intervención de Jesús de la Osa que nos habló de conceptos, ideas, recursos, pistas y retos para abordar la crisis climática y de Bárbara Quevedo que nos explico el plan de actuaciones preventivas por temperaturas extremas en Aragón 2024.
El cambio climático es el gran desafío mundial del siglo XXI en materia de salud, tal y como destacan numerosos estudios internacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y distintos gobiernos e instituciones.
Este está provocado por el calentamiento global cuyo origen son las actividades humanas, sobre todo los gases de efecto invernadero. Este cambio climático lleva al calentamiento de los polos, al aumento del nivel del mar, a los eventos meteorológicos extremos, al aumento de la temperatura global, olas de calor, sequías extremas... y eso a su vez tiene efectos directos e indirectos sobre la salud humana.
Contamos con marcos y acuerdos globales para guiar el progreso como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París.
Hay tres amplias categorías de acción: reducir las emisiones, adaptarse a los impactos climáticos y financiar los ajustes necesarios.
Se habla de cambio climático como sinónimo de un cambio global. Podemos hablar de emergencia climática o crisis climática, pero todo esto lleva implícito una llamada a la acción de la sociedad.
Jesús de la Osa es educador ambiental y trabaja en el servicio de sostenibilidad y desarrollo estratégico en el Ayuntamiento de Zaragoza desde 2016. Anteriormente trabajó en la empresa CEAM, Colectivo de Educación Ambiental. Es licenciado en Medicina, postgrado en Ingeniería del medio ambiente y máster en educación ambiental. Le apasiona la divulgación y la comunicación en salud, medio ambiente y cambio climático. Ha participado en la elaboración de varios planes y colabora con bastantes departamentos e instituciones.
En esta píldora formativa nos habló sobre la crisis climática a través de diferentes retos a tener en cuenta:
El primero de ellos es implicar a toda la sociedad en que la crisis climática es una crisis de salud y de salud pública. El cambio climático no crea nuevas enfermedades, pero exacerba, redistribuye, amplifica y es sinérgico con muchos problemas de salud y podría revertir muchos avances en salud pública de los últimos 50 años.
El segundo es tener siempre presente que, las personas y las comunidades más vulnerables son las que ven más afectada su salud por la crisis climática y por las olas de calor, que, además, aumenta las desigualdades e inquietudes en salud.
El tercer reto es asumir la absoluta necesidad de la adaptación en salud, por ejemplo frente a las olas de calor mas frecuentes, intensas, duraderas, precoces y tardías que tienen un impacto negativo en salud (sin olvidar la mitigación). Adaptarse y actuar frente al cambio climático es actuar a favor de la salud de todas las personas.
El cuarto es unificar avisos y alertas utilizando olas de calor en salud. Este reto esta ya conseguido pero debemos diferenciar entre la ola de calor meteorológica y la ola de calor en salud, ya que estas no coinciden. Desde el punto de vista de la salud pública y de la prevención y protección de la salud sería deseable unificar las alertas y utilizar las alertas y niveles de riesgo en salud para comunicar tanto a la población general como al personal sociosanitario, una de las funciones del Observatorio de la Salud y Cambio Climático.
El quinto hace referencia a aplicar y mejorar los planes de prevención a distintas escalas ya que estos funcionan, salvan vidas y reducen la morbilidad (y cuanto más locales, mejor). Entre otros destacar el Plan Estratégico de Salud y Medioambiente 2022-2026, el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2021-2030, Plan Nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperatura sobre la salud 2024, Plan de acción para la prevención de los efectos de las temperaturas extremas sobre la salud en Aragón 2024... Son necesarios fuertes planes de acción global estatales y locales para reducir los riesgos y las vulnerabilidades frente a los riesgos en salud de la crisis climática.
El sexto reto es
pasar de dar/comunicar "simples" consejos de salud a generar contextos saludables. Existen diversas infografías sobre el calor y las olas de calor pero para pasar a generar contextos saludables debemos tener en cuenta los determinantes de la salud ya que existen desigualdades e inequidades en salud que hay que tener en cuenta.
El séptimo consiste en utilizar como palanca de cambios los cobeneficios en salud (beneficios colaterales) de la acción climática. La acción por el clima, a través de la mitigación y la adaptación, tiene cobeneficios (beneficios directos e indirectos) sobre la salud y puede prevenir enfermedades y muertes relacionadas con el cambio climático.
El octavo es utilizar el marco/enfoque de salud en la comunic-acción de la crisis climática. La comunicación desde el marco de salud puede favorecer la acción climática, así mismo unas imágenes adecuadas también pueden influir. Una visión de la comunicación, la educación y la acción frente al cambio climático desde un marco o enfoque de salud puede ser más poderosa para el cambio que otros enfoques.
El noveno reto es asegurar que el sistema de salud no falla frente a la crisis climática, y contribuye lo menos posible a ella, es vital. La infraestructuras sanitarias deben ser resistentes a los riesgos del cambio climático para poder seguir proporcionando servicios de salud a la población en los momentos más críticos. Así mismo, el sistema de salud tienen que contribuir a la mitigación, no solo responder al cambio climático mediante la adaptación (ahorro y eficiencia energética, energías renovables...), por tanto el mayor reto de la mitigación del sector de salud es "que no dañe lo que te cura".
El décimo reto se refiere a que la comunidad sanitaria y los profesionales de la salud pueden y deben ser pioneros en la respuesta a la amenaza para la salud global que representa la emergencia climática.
El último reto es potenciar los activos para la salud "climáticos", por ejemplo a través de mapeos de acción climática con enfoque de salud. La educación ambiental y la educación para la salud pueden ayudar a evidenciar/potenciar los activos para la salud en nuestro entorno que contribuyen a mejorar la calidad de vida y el bienesta y favorecen las relaciones. Se pueden hacer mapas de activos para la salud (mapeos colectivos), potenciar los activos (ambientales) encontrados y enfocarlos desde el punto de vista de cobeneficios para la salud de la acción climática.
Con todo lo que que Jesús de la osa nos ha comentado podríamos decir que la crisis climática es una crisis de salud pública y el marco/ enfoque de salud una oportunidad extraordinaria para la educomunic-acción y la acción climática.
Bárbara Quevedo es médica en la Sección de Información e Investigación Sanitaria del Servicio de Vigilancia en Salud Pública e Inmunizaciones en la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Aragón.
En su ponencia nos habló sobre el Plan de Actuaciones Preventivas por Temperaturas Extremas en Aragón 2024.
En el contexto actual de cambio climático, la lucha contra el impacto de las temperaturas en la salud es una prioridad para los servicios de Salud Pública, ya que las temperaturas son cada vez más elevadas y se traduce en olas de calor frecuentes, intensas y extensas. Se ha demostrado que las temperaturas extremadamente altas inciden directamente sobre la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y respiratorias. El calor en nuestro país conlleva una mortalidad asociada de 1300 muertes al año.
La estrategia que se lleva a cabo en este Plan se basa en las siguientes actuaciones:
- Vigilancia de las temperaturas.
- Vigilancia de la mortalidad.
- Información a la población sobre los efectos del calor excesivo y sobre las medidas de protección y prevención.
- Información a los profesionales sanitarios y de los servicios sociales.
- Coordinación con los servicios sociales para la identificación de los grupos de riesgo.
- Coordinación con las administraciones y entidades competentes.
Los métodos que se aplican para poder conocer los datos son:
- Las variables meteorológicas, donde la AEMET nos proporciona información sobre las temperaturas máximas y mínimas observadas el día anterior y las temperaturas previstas para el día en curso y los dos días siguientes para las tres capitales de provincia.
- Los umbrales de referencia de impacto en salud por altas temperaturas en las tres capitales de provincia.
- Los niveles de riesgo para la salud por altas temperaturas establecidos a través de un algoritmo basado en las temperaturas previstas y la temperatura umbral de disparo de mortalidad por el Ministerio de Sanidad.
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