La Fundación Cruz Blanca trabaja con personas en situación o riesgo de exclusión, atendiendo, entre otros perfiles, a personas víctimas de la trata de seres humanos, hombres y mujeres, con fines de explotación sexual y/o laboral.
Desarrolla un programa de atención integral a personas en situación de prostitución y/o víctimas de trata en entornos vulnerables, que se estructura en torno a 3 campos de intervención: Servicio de Acercamiento, Servicio de Mediación y Atención a las Víctimas de Trata.
Para la detección y atención a mujeres en situación de prostitución y/o víctimas de trata con fines de explotación sexual se utiliza una estructura de 19 unidades móviles que en la actualidad funciona en 14 provincias del territorio español, entre ellas Huesca, Zaragoza y Teruel.
La misión del servicio de mediación es guiar a la mujer en su primer contacto con los recursos sociolaborales, sanitarios y jurídicos existentes en el territorio. La acogida en el servicio suele iniciarse con peticiones o demandas concretas.
No obstante, la trata de seres humanos es un fenómeno muy complejo que no solo afecta a mujeres y niñas, también hay hombres y niños afectados por los distintos tipos de explotación. Este es el caso de las unidades móviles que actúan en campañas agrícolas y del programa de atención a personas sin hogar, entre otros. Estos equipos permiten llegar a un mayor número de posibles víctimas, mujeres y hombres que son víctimas de otros tipos de trata, como pueden ser la explotación laboral, los matrimonios forzados, la mendicidad o la comisión de actos delictivos.
En cuanto a la atención a víctimas de trata de seres humanos, el modelo de atención está basado en el acompañamiento integral en todo el proceso de recuperación y acceso a derechos. Con cada persona llevan a cabo una atención especializada, individualizada e intensiva que incluye, en caso de necesidad, el alojamiento en recursos de seguridad y protección. Para ello, la Fundación dispone de una red de viviendas especializadas distribuidas por todo el territorio nacional de carácter tutelado y supervisado. Dichas viviendas tienen como objetivo ofrecer un hábitat seguro, accesible y adaptado a las necesidades de las personas en un ambiente confortable, donde poder restablecerse a nivel físico y psicológico, cubriendo sus necesidades básicas, sirviendo de soporte para estar en condiciones de participar activamente en su proceso de recuperación personal.
El modelo de atención se basa en la metodología de trabajo centrado en la persona, donde ésta es protagonista de su itinerario, entendiéndola no como víctima pasiva, sino como activa constructora de su presente y de su futuro.
Más información sobre este activo:
👉Fundación Cruz Blanca | Familia que acoge, acompaña y transforma
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