El objetivo del proyecto es facilitar el conocimiento de la enfermedad, control de los síntomas, desaparición de miedos e insatisfacciones en la esfera de su patología crónica y reconocerse no como situación individualizada sino de pertenencia a un grupo con igual problemática y dudas. El ámbito es el centro de salud de Monzón Rural y tratamos de garantizar un abordaje educativo sistematizado, programado y evaluable de estos pacientes que contribuya al bienestar, mejorando su calidad de vida, y disminuyendo el consumo de recursos sanitarios que esta patología crónica ocasiona. El Centro de salud de Monzón Rural, tras un periodo de formación profesional en diabetes, tanto en abordaje individualizado como comunitario, se ha puesto en marcha un protocolo de intervención educativa grupal con pacientes DM2. La diabetes constituye un importante problema de salud por su alta prevalencia, importante morbi-mortalidad y elevado volumen de recursos sanitarios que consume.
En España los estudios poblacionales, detectan en personas mayores de 30 años una prevalencia estandarizada entre un 5 y 6,8%, cifra que se multiplica por tres en el grupo etáreo de más de 65 años. En nuestro centro de salud, todo con población rural y envejecida, las cifras de prevalencia de DM alcanzan un 9-10%.
Los equipos de Atención Primaria tienen una posición central en el cuidado de las personas con diabetes. La accesibilidad, continuidad e integración de su asistencia, permiten, con una visión de equidad, generalizar la mejora del control y tratamiento de la enfermedad, la detección precoz de complicaciones y promover la enseñanza del autocuidado a un mayor número de personas con diabetes, con independencia del lugar geográfico de residencia. La educación terapéutica constituye la base fundamental para el manejo de la diabetes. Las nuevas estrategias se dirigen al cambio de conducta y al fortalecimiento de la capacidad de resolución de problemas por parte del individuo y de la comunidad para actuar en defensa de su salud.
La promoción de la salud, desde la intervención educativa, se relaciona con el fortalecimiento de aquellos factores que mejoran la calidad de vida. La educación individual al adaptarse a las caracteristicas particulares del paciente puede ser muy efectiva. Esta indicada siempre al inicio de la enfermedad, o cuando se comienza tratamiento con insulina o en periodos de descompensación o de estres en la vida del paciente. La educación grupal está indicada en fases posteriores al inicio, después de la educación individual. En cualquier caso, la educación debe ser continuada en el tiempo, ya que es fundamental para mantener los progresos .
La educación terapéutica grupal en diabetes pretende modificar actitudes y conductas de los pacientes mediante el trabajo en equipo; permitiendo confrontar sentimientos y valores sobre distintos temas de interés en relación a la enfermedad. El papel del educador es facilitar y guiar al paciente, asumiendo este su responsabilidad mediante una participación activa en el proceso de aprendizaje. La metodología será activa-participativa, potenciando el intercambio de experiencias entre los participantes; se pretende que el paciente sea protagonista de su aprendizaje y progreso en el manejo de su enfermedad
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